Vita Clamavi
Príncipe dios,
te clamo por el aire,
en la percepción deliciosa
de la vida
y de las cosas de la vida,
vita clamavi,
poséeme,
desalójame de lo que no es tuyo,
he de morir en su espuma.
hasta sus huesos,
respira en su sangre menstrual
y virgen la viste.
Desmedrada en su postrera reflexión
huele cómo marchitan los soñados
azahares y azucenas
en su cintura.