viernes, 24 de septiembre de 2010

Yo he sido feliz

Yo he sido feliz,
 cada navidad tuve una cena
 y grandes regalos,
un árbol de pascua,
un pesebre.
Yo he sido feliz.

Pero, una vez,
me levanté a comprar el pan
una mañana
y los que no partieron a sus trabajos,
caminaban de prisa 
de vuelta a sus casas,
las radios anunciaban algo que me asediaba estrepitosamente en el alma,
y esperé muchas horas,
muchas horas,
muchas horas,
horas de encierros,
sirenas en la calle,
gritos en las casas,
los zorzales abatidos;
alguien les disparaba.

En  silencio, 
nos sentamos,
mi familia y yo.

Entonces, 
comenzaba la oscura danza

                         que cambió mi vida.

Violín triste

de Vita Clamavi  Ana Rosa Bustamante M. 
Violín triste


Un día en una era quebrada
partí en busca de mí.
Nada es más dulce que ese vuelo.
Omar Lara

La marca dulce de la tarde y los océanos
en esta ola negra
                             en este beso hipócrita
persiste más allá de la noche, pues
está la luna llena
y se huele ese estar tan simple,
y se acerca la palabra exiliada,
esa polvorienta nostalgia
evocación sublime
                               burlesca cruzada.
Mi violín triste,
mi flauta cómplice,
mi duende forestal,
el fruto jugoso del otoño
me susurran entresueños que entre tanta
cara desmembrada del cuerpo
hay mostos nuevos,
pómulos que vienen retozando
por mis cabellos y hombros,
es su boca un sol que busca  noche cóncava
donde morir.