domingo, 17 de abril de 2011

MARÍA ISABEL PERALTA 1904-1926 (PAIHUANO) VALLE DE ELQUI - CHILE


Nació el 20 de noviembre de 1904 en Paihuano, a 28 km de Vicu¤a. Era la menor de siete hermanos. Poetisa de vida breve y trágica. Toda su existencia la pasó al lado de su madre paralítica. Sus estudios de Humanidades los realizó en el Liceo de Coquimbo, siendo directora doña Victoria Barrios de Alvarez, excelente poetisa. Terminó sus estudios en La Serena. Fue premiada en los Juegos Florales de Coquimbo. Sus poemas fueron publicados en "La Alianza" de Vicuña y en los diarios de Coquimbo y La Serena. A fines de 1925, decide viajar a Concepción, al sur de Chile. Seis meses más tarde su salud se deteriora y en los primeros días de junio, se hospitaliza para operarse de apendicitis. Una peritonitis se la llevó a la tumba el 19 de junio de 1926.

Todos los amigos de la provincia, que la querían de verdad, reunieron los versos dispersos en diarios, en revistas o en cuadernos de compañeras, agregaron el prólogo de Gabriela Mistral y solamente después de ocho años, juntaron los fondos para publicar "Caravana parda" en 1933. El artífice de todo fue, indudablemente; Munizaga Iribarren (Miguel).

Me ha besado en la boca

Hosana, Hosana, Hosana...

¡Me ha besado en la boca!
¿Lo sabéis lirio hecho de cristales de nieve?
¿Lo sabéis, mariposa?

Pués habéis de saberlo
y hallaréis, amargadas
las mieles que atesoras,
cuando sepáis del albo
beso que dio en mi boca.

Hosana, Hosana, Hosana...
de panal y blancura
se desfloraron rosas,
y me sentí más buena ,
y me sentí más pura
al besarme en la boca...

Hosana, Hosana, Hosana...
por el don de esa hora.
Me ha besado:
¡Me ha besado en la boca! 



Prólogo de Gabriela Mistral


Es la dueña de estos versos. Se llama María isabel Peralta; pertenece a una familia española pura, terrateniente en varias generaciones. Veinte años; las humanidades en un liceo de provincia. Lo que no es elquino en ella es el físico: mis gentes son como yo, fuertes, rojas, sanguíneas, bien punzadas de sol, activas y positivísimas. María es muy débil y la abundancia solar de su tierra parece agotarla aún más, bebérsela como se bebe siesta la frescura de la ciruela. Acaso su pesimismo le venga de su pobreza fisiológica, un poco tambien del hogar ensombrecido de pesadumbre en que ha nacido. Su madre, una anciana hermosa, con uno de los semblantes más dulces que haya yo visto, se encuentra clavada en una silla de paralítica. No ha tenido María isabel las hermanas menores que prolongan la infancia. Vieve en una gran casa española, mirando los ojos dolorosos de la enferma y el terrible cerro rojo que parece un desollado de leyenda.

Caravana parda

Se vierten los acasos
como una vena rota en los ribazos
y manchan hasta el campo de la nieve
pero mi extraño mal que nadie encuentra
ha de irse, Señor, por la ancha puerta
que abre la trizadura de las sienes.

Y tú has de perdonarme
y el signo de tu amor habrás de darme:
que me sepa acogida en tu regazo.
Enferma, enferma, enfema ¡siempre enferma!
perdóname, señor, deja que duerma.
¡Cierra mis ojos turbios de cansancio!

El ala de vampiro
de la noche, que envuelve los martirios,
tú la doblas, Señor, con mano buena;
pero si el ala inmensa tanto tarda
en cobijar mi caravana parda
ha de hallar sola la escondida tienda. 



http://www.angelfire.com/nj/poesia/poereg/miperalta.html

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