viernes, 6 de agosto de 2010

La esquina



La esquina blanca,
la estrecha esquina,
la vasta luz que la entrega
a las señoras extravagantes,
a los dipsómanos,
a las rubias lenguas, lenguaraces con sus rosarios blancos
con su desgastada cantidad de perlas,
a la morera aromosa y su trascendencia alternativa,
sus guirnaldas y su lengua, su lengua
todos en la esquina,

blanca montaña invisible se vuela con sus ángeles promiscuos,
su leche y sus durezas,
qué maravilloso infierno es el reino negro ,
qué espejeos de cuerpos,
es un tiempo largo, largo como un rabo infinito sin principio ni fin,
es el astro legatario que se traslada y va rotando,

cuando derrame su miasma a imperios extraterrestres,
cuando vaya reduciéndose el polvo de las regiones

¿dónde, entonces, pondré mis pies?

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