jueves, 17 de febrero de 2011

Ella quiere reivindicar esas voces de antaño.
Su nombre inscrito en un registro
entre  raudas multitudes
que buscan  trabajo

no perderse de vista,

su semblante anime a la sombra,
la sombra muerda
confirmándola
en estas travesías,

quizás para no retornar.

Ella quiere
que  repitan su nombre,
que le susurren una  letanía 


                  en la turgencia secreta de la noche,

no quiere lucir  sola
en el acto

cuando cese la luz y el aire,

el aire
se agote
y el siseo de sus pasos cansinos
calle.

No, ella no quiere llegar sola,

quiere aún el ayuno de sus tardes
el brío adolescente,

y su aurora de lluvias
golpeando sobré cálices vivaces,

cuando vaya a la piedra de olvido
sin pena ni gloria.

2 comentarios:

esquinaparadise.blogspot.com dijo...

No se contiene el sentimiento en el poema y las palabras surgen como un huracán perfilado por palabras precisas. Un gran poema, como un acto de amor.
Saludos.
Antonio.

ANA ROSA BUSTAMANTE MORALES dijo...

Cuándo me encuentres algo malo no vaciles en decírmelo, ya tengo la piel gruesa...

Muchas gracias. ar