miércoles, 16 de febrero de 2011

La serpiente aprendió el rugido del mar

Te conté:

Cuando nací estaba en el mar,

la serpiente aprendió  el  rugido del mar,
mis brazos salían
a la superficie,
yo chillaba como un extraño anfibio.
La serpiente repitió mi voz de océano,
la aprendió y
la dijo mil veces,
mientras
entre los corales
nacía
- me arrancó la lengua
para no tener competidor-

Hoy repto
                     como ella,
cambio mis escamas,  
                    y callo
 callo para no volver,

pues, 
abajo
en el mar,

las algas me enredan,
me abrazan,

y
en mi boca cabe un pezón,

y callo.

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