Mi hermoso difunto
tu esternón vaciado bajo mis ijares mancillados
por tu semen,
han hecho esta sinfonía en mis febriles aposentos,
que abrieron los caminos a la pirotecnia
cubriéndote los ojos en mi caparazón.
que gimen los inviernos,
no se tensan nuestros cartílagos
engarzados
tus huesos a mis huesos
como esponjas.
de no tener la seda de tu esquiva savia en mi esquiva boca¡
nos iremos con el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario